Me tomé el «trabajo» de observar a los equipos que pelean en la zona baja y déjenme decirles que salieron a jugar sus partidos como si fueran una final. Con sus limitaciones por supuesto, pero dejando la piel en cada pelota. Después pueden ganar o perder porque esto es fútbol.
En TIGRE han pasado dos técnicos que se tuvieron que ir porque los resultados no se dieron. Hoy, El Matador coquetea con el abismo. Es hora de que los jugadores agarren el fierro caliente y se hagan cargo de esta situación. El nuevo DT tiene mucho trabajo y 12 finales.
Actitud.Garra, huevos y compromiso. La gente se los va a agradecer. El milagro se tiene que producir en el terreno de juego, dónde se ganan los puntos. El futuro depende de los 11 que les toca salir a la cancha y de los que esperan por un lugar en el banco. Dale TIGRE, todos unidos.
