TIGRE fue amplio dominador en gran parte del partido, pero se encontró con una muralla bajo los tres palos. Igualdad con gusto a poco desde el resultado. En rendimiento hubo una mejoría. Al Matador le está costando convertir y el rival se llevó lo que vino a buscar. Esto sigue.
Sólo faltó el gol. TIGRE mejoró mucho, teniendo en cuenta los últimos dos compromisos. Hubo otra actitud y más protagonismo con la pelota. Duele no sumar de a tres porque los de atrás se siguen acercando. San Lorenzo se llevó demasiado de Victoria y se sintió la falta de un «9».
El árbitro dejó pegar mucho. El rival se turnó para salir a repartir patadas y cargarse de amarillas. Faltó un poco de mano dura ante las reiteradas infracciones y quizás un chequeo cuando un jugador del Ciclón «atajó» un balón dentro del área. TIGRE tampoco ligó en ese sentido.
Hay que dar vuelta la página y pensar en Vélez que es un equipo que también viene golpeado. El que logre asumir la responsabilidad y advertir que es una chance inmejorable para salir a flote, seguramente se lleve el triunfo. Ojalá sea TIGRE y que la multitud pueda festejar.