Claramente no fue el resultado esperado. Debut y de local, con toda la gente, uno siempre quiere ganar. Hay que entender que este es un equipo completamente nuevo que necesita tiempo (no lo hay) para pulir algunos engranajes. La copa no da tregua y ya hay que pensar en Racing.
Lo positivo fue la actitud y las ganas de un plantel con más frescura y ganas de mostrarse. En 2023 hubo mucho desgaste y actitudes que pedían fin de ciclo a gritos. No hay soluciones mágicas, esto es trabajo, trabajo y más trabajo. La gente se fue conforme porque hay material.
Se puso la lupa sobre el arquero y Tagliamonte aprobó. La defensa tuvo algunos desajustes por derecha, pero luego se acomodó y mostró solidez. Los centrales sacaron todo. A Cardozo le sienta muy bien ser el amor y señor del mediocampo. Su sociedad con Alemán puede dar frutos.
En el debe quedó la zona ofensiva. Pipo va a tener que crear esa comunión entre los generadores de juego y los delanteros porque los partidos se ganan con goles. Contín y Londoño muy aislados. Forclaz, Espíndola y Esquivel, levantaron al público con sus destellos y velocidad.
La academia en Avellaneda, Boca en casa, Estudiantes en La Plata, el Halcón en Victoria, Casla y Vélez afuera. Pavada de fixture para un 11 en formación y que necesita más arena en el reloj. Hay que confiar en el DT que nos dio la máxima alegría. Vamos todos juntos, como siempre.