Podemos perder el tiempo insistiendo en que el plantel es corto y el mercado de pases no fue suficiente, pero sería seguir haciendo leña de los dos árboles caídos que ya no están. El nuevo DT deberá solucionarlo, sacarle agua a las piedras o empezar pulir los diamantes en bruto.
El gol de pelota parada fue el enemigo público número 1 de TIGRE en la tarde de Varela. El local ganó con mucha facilidad en el área y, más allá de la polémica en el 2-0, el marcador se ajustó a lo que fue el desarrollo del partido. El Matador nunca hizo pie en el Tomaghello.
Basta de coquetear con el abismo. Los resultados ajenos mantienen con vida a un plantel que no logra despegarse del fondo de la olla, donde el fuego pega más. Hay que volver a jugar cada duelo como una final, porque de tanto andar por la cornisa tal vez un día puedas caer.
Dos partidos de local y dos nuevas oportunidades de emerger. En la tribuna el apoyo de siempre, en el césped a dar un poco más. De esta se sale todos juntos, aunque los que definen todo son los jugadores que salen a la cancha. Esto es GANAR o GANAR, sin grises y sin excusas.