Soberbia carta de presentación de Lucas Pusineri al frente de TIGRE. Partido perfecto en La Bombonera para traerse 3 puntos que valen oro y que son un tanque de oxígeno en la lucha por evitar la zona roja. Nivel superlativo en todas las líneas y un cambio notable de mentalidad.
Los jugadores agarraron el fierro caliente, se hicieron cargo y salieron a matarse y a jugarse una final contra un rival que está en semifinales de Copa Libertadores. Después de casi 15 años, TIGRE volvió a pisar fuerte en La Boca y por supuesto que se festeja en Zona Norte.
La mejor cara del Matador se pudo ver en el PT dónde borró a Boca Juniors del campo. Se plantó en la zona defensiva y cortó todos los caminos posibles a los creadores de juego del xeneize. El gol de Luciatti le puso justicia porque TIGRE tuvo las acciones más claras en el área.
Fue clave volver a ser peligroso en la pelota parada, algo que se tenía olvidado por Victoria. TIGRE no fue de turista esta vez, no fue a ver qué pasaba, no fue a perder por la mínima. TIGRE fue de guapo, a imponerse desde el primer minuto y a buscar un triunfo memorable.
Este es el camino para alejarse del abismo. Quedan 11 finales y los protagonistas lo entendieron. Se asoman días felices para trabajar y seguir dándole forma al plantel. Desde la tribuna la gente ya sabe lo que tiene que hacer. De esta salimos todos Unidos. SE VIENE TIGRE.