TIGRE tenía que ganar y ganó. Las formas no importaban, sólo había que sumar de a tres. Fue por la mínima, pero nunca estuvo en riesgo la victoria. El Matador dominó todo el partido ante un rival que jugó más suelto y sin nada que perder. Quizás sea el principio de la remontada.
TIGRE asumió el protagonismo que se esperaba para este duelo de Copa Sudamericana. Si bien no le sobró nada y se quedó corto en el marcador, generó bastantes situaciones y cambió la actitud dentro del campo. El conjunto de Martínez necesita urgente levantar en el torneo local.
El pueblo se expresó en el Coliseo y lanzó dos veredictos. A Platense hay que ganarle y a los ídolos se los respeta. La gente se cansó de que los referentes se vayan por la puerta de atrás y se hizo escuchar. Se vienen cosas importantes y hay que estar a la altura. DALE TIGRE.