Despegó TIGRE señoras y señores. De a poco, abandonó la mediocre irregularidad y se metió en el lote de los que pretenden luchar por algo. El 11/15 en 5 partidos, dejan reflejado que el despertar no es sólo una rachita, sino una realidad. El DT enderezó el rumbo una vez más.
El Matador dominó y justificó el triunfo durante gran parte de los 90′. Quizás, su único pecado fue dejar abierto el resultado en todo momento. TIGRE gana por la mínima, pero gana. Coquetea con el sufrimiento y deja el éxito librado al azar o alguna atajada salvadora de MARINELLI.
La lectura de los cambios fue fundamental. Durante el PT, quedó en evidencia cuál era el punto débil de TIGRE. Diego Martínez cortó el festín que se estaba haciendo Gauto por su banda de ataque y le agregó más tenencia al equipo en la segunda mitad. La defensa se acomodó.
Al bosque hay que ir a cazar al lobo que viene agrandado y traerse algo para la cosecha. TIGRE tiene que seguir sumando y viajar tranquilo a Venezuela. El viento limpió el cielo, alejó las nubes y el presente le sigue dando un guiño al Matador y su gente. A no relajarse.