Una derrota en La Boca quizás está en los planes cada vez que se mira el fixture, por rival y por el recinto en si. Ahora, perder así? Tirando la toalla antes de subir al ring? Morir sin pelear? Eso no está en el ADN Tigrense. Jugar a caer por la mínima? Estrategia preocupante…
Boca Juniors es la piedra en el zapato para Diego Martínez desde que el DT llegó al Matador. Sus equipos nunca estuvieron a la altura cada vez que le tocó enfrentarlo y el caso más evidente fue la final en Córdoba. Un tema psicológico o futbolístico? Los planteos hablan por si solos.
La idea de contener al colombiano Villa funcionó y terminó transformando a Martín Ortega en la figura de TIGRE. El resto no alcanzó los 5 puntos. Faltó juego en la mitad de la cancha y nunca le llegó la pelota limpia a los delanteros. Otra cosa insólita, NO PATEARON AL ARCO.
El gol fue una desgracia y el Matador nunca reaccionó a ese golpe. Siguió con su libreto de jugar para atrás y volver a empezar. Un bucle de barajar y dar de nuevo constante. Una actitud de irse al mazo sin tirar las cartas sobre la mesa. TIGRE no tuvo mentalidad ganadora.
TIGRE tiene que volver a ser protagonista y se la tiene que creer un poco más. Necesita un triunfo para recuperar la confianza y todo el terreno perdido en los últimos partidos. Talleres es un rival que propone en todas las canchas y Victoria no será la excepción. Despierten.
