Partido incómodo para TIGRE. Estudiantes es un rival que te corta los circuitos de juego y que tiene individualidades que en un mejor día te pueden pintar la cara. Se valora el punto porque en la «carnicería» de la tabla anual sólo sirve sumar. Faltó más peso en el ataque.
El triunfo en la Boca y el hecho de jugar en casa, te daban el pie para arriesgar un poco más. El voluntarioso Badaloni necesita alguien que lo acompañe, sobre todo cuando los que tienen que generar el fútbol no aparecen. Paradela insinuó, pero faltaron sociedades en el medio.
Segundo encuentro consecutivo que al Matador no le convierten y ese es un plus muy destacable. Resta afinar la orquesta en los últimos metros para poder imponerse en el arco de en frente. Se viene una seguidilla de finales en las que TIGRE debe salir lo más ileso posible.
La gente se hizo presente como es habitual cada vez que se juega en Victoria y a pesar del horario anti fútbol. El resultado es complicado y la preocupación existe porque TIGRE no termina de despegar en el campeonato. Hay que seguir trabajando y confiar en que vamos a salir.
